Hábitat
1.-
Tipos de aguas: corrientes versus estancadas.
La
totalidad de las especies están ligadas a aguas corrientes (arroyos y ríos) o a
aguas estancadas (charcas, lagunas y lagos). Esta estricta dicotomía, opera a
un muy alto nivel taxonómico. Las familias Cordulegasteridae y
Calopterygidae están restringidas a aguas con corriente, mientras que Coenagrionidaey
Libellulidae son casi exclusivas de hábitats con aguas estancadas. Estas
diferencias pueden estar determinadas por la concentración del oxígeno disuelto
en el agua y por la diferencia del suelo entre ríos (piedras y arenas) y lagos
(limos), así como por la temperatura de las aguas y su composición química..
2.-
Temporalidad del agua: temporal versuspermanente.
Muchas
especies son intolerantes a la desecación de sus hábitats o a las fluctuaciones
de temperatura que son asociadas a los cambios en el nivel de agua. Otras son
resistentes en huevo o larva a periodos de sequía y pueden aprovecharse del
calor para una mayor estimulación en el crecimiento de las larvas acelerándolo.
Eso es lo que sucede con Lestes y Sympetrum.
3.-
Vegetación.
La
presencia de plantas tanto sumergidas como flotantes o emergentes, favorecen la
puesta de huevos y la supervivencia larvaria. Asimismo, la vegetación herbácea
y arbórea sirve de refugio a muchas especies de zigópteros.
4.-
Aguas contaminadas.
El
status eutrofizado y el pH, juegan un importante papel en el sustrato, la
vegetación y la calidad de las aguas. Condiciones externas como la
acidificación o la eutrofización, a menudo hacen que esa zona contenga un
reducido número de especies, aumentando su número a medida que se suavizan
ambas condiciones. Las concentraciones de sustancias químicas en el agua,
condicionan mucho la habitabilidad de insectos tan sensibles a la contaminación
como son las libélulas.
Ejemplo
de charca contaminada donde no puede prosperar ninguna puesta de libélula
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